El antiguo arte celta se caracterizaba por el uso de nudos, patrones repetidos, espirales y otras figuras geométricas similares. Puede decirse que era un arte abstracto y matemático representado por simetrías y repeticiones. Con la cristianización estas formas artísticas pasaron a formar parte de los manuscritos ilustrados, las joyas o las cruces de los cementerios, añadiéndose figuras humanas, florales o animales a la decoración.
Los nudos entrelazados han sido la expresión de arte celta más popular y la que ha traspasado con más facilidad los límites del tiempo. Resulta difícil precisar si había algún simbolismo en aquel entramado de líneas y espacios o era un mero acto ornamental; la belleza de los dibujos ya sería suficiente, pero en muchos de ellos puede verse (si así se quiere) el concepto de continuidad, de infinito; las líneas no comienzan ni terminan, ya que están entrelazadas de tal modo que no se puede apreciar un punto de partida. ¿era ese el mensaje que los artistas celtas querían transmitir, algo así como un reconocimiento de la divinidad no como una figura antropomorfa sino como el concepto de infinito, algo que existe sin comienzo ni fin, al margen de las humanas ilusiones de tiempo y espacio?
Hay quien interpreta estos dibujos como una especie de mantra gráfico, un elemento que ayuda a la meditación uniendo la persona a ese concepto de divinidad del que es origen y al que algún día ha de regresar.
ACTIVIDAD PARA EL GRADO
OCTAVO
Reproduce con la ayuda de regla, compás, micropuntas y/o colores los siguientes nudos celtas.
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